Introducción

Hoy es el Día del Libro, una ocasión muy especial para hablar de cómo optimizar los beneficios de la lectura desde el punto de vista del cuidado de los ojos y de la visión por medios naturales.

Leer es una actividad que procura el placer de aprender, evadirse, soñar… y posee sorprendentes virtudes que nos permiten mejorar notablemente nuestra calidad de vida. Diversos estudios científicos han resaltado los siguientes beneficios de la lectura:

  1. Optimiza las conexiones cerebrales
  2. Aumenta tu vocabulario y comprensión
  3. Te da herramientas para tener más empatía hacia los demás
  4. Te ayuda a prepararte para dormir
  5. Reduce el estrés
  6. Disminuye la presión sanguínea y el ritmo cardiaco
  7. Combate los síntomas de la depresión
  8. Previene el deterioro cognitivo al ir envejeciendo
  9. Contribuye a tu longevidad

Si la lectura es una pasión para ti, ¡enhorabuena! Como ves, es una de las aficiones más sanas y productivas que podrías tener.

Entonces, podríamos preguntarnos: ¿hay alguna manera de optimizar la lectura para aprovechar aún más todo lo bueno que nos puede ofrecer? La respuesta es un rotundo “sí”: es posible aprender a leer más y mejor, con mayor comodidad, disfrute, asimilación, y cuidando al mismo tiempo de tus ojos y de tu visión.

Hoy quiero compartir contigo algunas maneras de lograrlo, preparándote para tener una sesión de lectura “ideal”.

Cuidar el entorno de lectura

La primera clave consiste en cuidar y organizar el espacio donde lees.  Vamos a hablar de diferentes aspectos de esta habitación.

Iluminación

Es importante que el lugar donde leas tenga suficiente luminosidad natural, así como una luz artificial adecuada para cuando anochezca o para días nublados, contando con al menos dos focos de luz: una luz ambiente más tenue que dé luz al conjunto de la habitación y una luz más intensa que esté enfocada directamente al lugar donde estés leyendo.

Si es posible que escribas, la luz enfocada a donde estés leyendo deberá orientarse de manera que la mano que escriba no haga sombra.

En cuanto a la luz artificial de mejor calidad, dado que las bombillas halógenas o incandescentes son cada vez más difíciles de encontrar, las siguientes mejores son las LED de luz amarilla, ya que las de luz blanca son más agresivas. Aún mejor si son de intensidad regulable, para que puedas disminuir la intensidad por la noche.

Las luces fluorescentes son las que más fatigan la vista, así que no conviene que las uses para leer.

Disposición de tu mesa

La orientación de tu espacio de lectura con respecto a la luz natural también es importante. Lo ideal es que la ventana esté a un lado del lugar donde leas. Si tienes la fuente de luz natural delante, quizá te deslumbre o tengas reflejos que te molesten, sobre todo si estás leyendo en una pantalla.

Por otra parte, tener una puerta o una ventana detrás de la espalda genera una sensación psicológica de poca seguridad. Por este motivo, el feng shui siempre recomienda que haya una pared detrás de la espalda y tener visibles todas las puertas y ventanas por donde podría entrar alguien.

Además, tener una pared detrás generalmente significa que el resto de la habitación queda por delante, lo que permite mirar de lejos, aunque sean las cuatro esquinas más lejanas de la habitación. Esto es importante para cambiar la focal de tu mirada de vez en cuando, cuando haces pausas en tu lectura.

Postura

Posiblemente leas sentado a una mesa y es importante que tu silla sea cómoda. Recomiendo las sillas ergonómicas de balancín, porque mantienen la espalda erguida y permiten algo de movimiento para que tu espalda no se quede rígida.

También hay pelotas hinchables que permiten fortalecer los músculos de la espalda y el equilibrio, manteniendo algo de movimiento y una cierta postura erguida.

También tienes la opción de sentarte en una silla con respaldo, y entonces es importante que tu postura sea la adecuada: siéntate hasta el fondo de la silla, con sostén lumbar para que no te canses, con las rodillas en ángulo recto y con los pies apoyados en el suelo o en un reposapiés para que no queden colgando.

Los brazos pueden estar apoyados en la mesa a una altura normal, y es bueno que tu libro o tu soporte de lectura tenga un atril, de manera que lo que vayas a leer esté a la altura de tus ojos y que el centro del libro quede muy levemente hacia abajo.

Lo ideal es que la distancia del libro o de tu soporte de lectura sea más o menos la distancia a tu codo o dos palmos.

Condiciones sonoras

Para poder concentrarte leyendo, es importante que consideres las condiciones sonoras del lugar donde vayas a leer. Lo más probable es que el ruido te distraiga de tus funciones de concentración visual.

Es preferible que estés en un entorno silencioso o donde puedas poner una música suave y agradable que invite a la relajación y a la concentración. Si el ruido es inevitable, puedes ponerte unos tapones para los oídos.

Oxigenación y humedad del espacio

Es muy útil que haya plantas que oxigenen el ambiente en el lugar donde vayas a leer.

Por otro lado, generalmente vivimos cada vez en entornos más secos; además, cuando estamos leyendo o mirando una pantalla, se nos olvida incluso parpadear, y esto impide que nuestros ojos se humedezcan correctamente.

Para prevenir la sequedad ocular, lo primero de todo es recordar parpadear cada dos o tres segundos. También es útil que haya algún humidificador para el ambiente.

Otro aspecto que también mejora tu espacio de lectura son las lámparas de sal. Producen iones negativos en el ambiente, los cuales aportan un mayor bienestar.

Tu dispositivo de lectura

A continuación tienes los distintos dispositivos de lectura por orden de preferencia:

  1. Formato impreso: Lo ideal es leer en papel, tanto por la ventaja que supone para tus ojos y tu visión como por la posibilidad de subrayar o hacer anotaciones.
  2. E-reader.
  3. Televisor: A veces es posible conectar por cable una televisión con el ordenador o con otro dispositivo, y eso te permite variar las distancias a las que miras para leer.
  4. Ordenador
  5. Tablet
  6. Móvil

Cuanto más pequeños son estos dispositivos, peor postura de lectura y peores hábitos de mirar solemos tener, como cuando miramos los móviles y las tablets en la oscuridad. En cambio, cuando leemos en la pantalla de un ordenador, solemos tener una buena silla y más iluminación.

Preparación antes de leer

Te resultará útil buscar información sobre el contexto de escritura del libro, la época, las temáticas y las controversias. Puedes consultar la portada, la contraportada e indagar en la biografía del autor.

Otra sugerencia interesante es mirar el índice y familiarizarte con la estructura de la obra y sus conceptos principales, leer la introducción y las conclusiones o mirar los resúmenes de los capítulos cuando existan.

Para impregnarte primero de las ideas principales, puedes incluso construir mapas mentales a partir de esta primera familiarización con el libro.

Esta es una primera preparación que puedes hacer antes de sumergirte en la lectura completa del libro de tapa a tapa, y te animo a que vayas aún más allá con los tres consejos siguientes.

Palmeo

Te recomiendo que practiques este sencillo ejercicio brevemente antes de empezar a leer. Si todavía no lo conoces, aquí tienes una breve explicación:

Mientras haces el palmeo, siempre con los ojos cerrados, respira lenta y profundamente e imagina una mancha de tinta china cada vez más negra, lo cual te aportará una mayor relajación. La relajación es clave para que tus ojos estén en el mejor estado posible para leer y también para mejorar tu postura corporal.

Al mismo tiempo, pregúntate para qué quieres leer este libro. Si lo haces de una manera relajada, quizá te surgirá una inspiración que te dará una motivación más profunda que la que tenías antes.

Mirada del samurai

Otro punto muy importante también antes de empezar a leer es que tomes conciencia de cómo es tu mirada, desde dónde miras.

Si has visto películas de artes marciales orientales, generalmente los grandes maestros tienen una mirada muy abierta y muy relajada. No hay tensión ni ira en su expresión. No hay rigidez ni emoción en su rostro. Generalmente están presentes, relajados, y pueden captar las patadas vengan de donde vengan, porque tienen mucha presencia, un amplio campo visual y una gran atención a la visión periférica.

¿Cómo adoptar la mirada del samurai? Para esto voy a utilizar una metáfora. Imagina que tu cabeza fuera una habitación y la pregunta sería, ¿desde dónde estás mirando?

¿Estás mirando asomándote a la ventana que son tus ojos, desde la barandilla del balcón, como queriendo ver con esfuerzo y con voluntad e insistencia?

¿O estás en la parte de atrás de la habitación, relajado en un sofá muy cómodo y permitiéndote ver a través de esas ventanas abiertas que son los ojos?

Pues bien, para ver bien y tener la mayor amplitud de campo visual y por lo tanto, leer más rápido y con mejor concentración, comprensión y retentiva, lo ideal es mirar desde la parte de atrás, donde está ese sofá.

En el cerebro, esa parte de atrás corresponde al córtex visual, la cual interpreta lo que vemos con los ojos y nos crea una imagen, por lo cual tiene todo el sentido del mundo pensar que estamos mirando desde la parte de atrás de la cabeza.

Si miramos asomados al balcón, estamos mirando con tensión; cuanta más tensión le ponemos al proceso de ver, que es un proceso receptivo, como el oído, más interferimos en su función natural y más difícil nos resulta ver con fluidez y con facilidad.

Entonces, dedica uno, dos o tres minutos para darte cuenta de cómo estás mirando y adopta la mirada del samurai para optimizar tu visión y tu lectura.

Primera lectura

Haz una primera lectura fotográfica del libro echando un vistazo rápido, página por página, para dejar entrar intuitivamente en tu mente las grandes ideas del libro.

A continuación, puedes detenerte a leer párrafos que te llamen la atención o que percibas particularmente luminosos, contrastados, o donde haya palabras llamativas.

Un vídeo de buenas prácticas para completar

Aquí tienes un vídeo especial que recoge algunos de los consejos que he compartido en este artículo y presenta algunos aspectos complementarios:

Para profundizar

Todas estas prácticas te aportarán una mayor comodidad, concentración, asimilación y disfrute al leer. Te animo a que las apliques y aproveches a partir de tu próxima lectura. ¿Por qué no hoy mismo, para celebrar el Día del Libro?

Estos consejos proceden de una parte de nuestro curso Mejora tu Visión Leyendo. Si te interesa profundizar y seguir optimizando tu aprovechamiento de la lectura, puedes informarte más entrando por aquí.

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