¿Me sirve A MÍ la Visión Natural?

…es una pregunta que nos hace mucha gente…

Y posiblemente tú también te la estés haciendo.
Así que, voy a contestarte lo mejor posible, según mi formación como Educadora
Visual, mis investigaciones sobre el tema desde la Universidad de Toulouse, y mis
más de 15 años de experiencia ayudando a miles de personas por todo el planeta
(en más de 200 países) a mejorar su visión de forma natural.

Lo cierto es que, si sigues teniendo al menos un globo ocular conectado con tu
cerebro a través del nervio óptico, puedes mejorar tu visión. Independientemente
de tu edad. Independientemente de si te has operado o no. Independientemente
de cuántos síntomas, dificultades o diagnósticos tengas ahora.

¿Puedo mejorar a cualquier edad? SÍ, puedes mejorar.

Hemos tenido desde niños de 7 años hasta personas de más de 90 años y todos
ellos han mejorado su visión: tanto aquellos que llevaban gafas desde pequeños
como aquellos que comenzaron a llevarlas pasados los 40. De hecho, yo misma
mejoré la visión de forma natural a los 6 meses de edad –por supuesto, fueron mis
padres quienes me estimularon– y tengo muchos testimonios de personas
jóvenes, maduras y mayores que muestran que ellos también lo han logrado.
Lo puedes ver en www.volveraverclaro.com/opiniones.

¿Y si ya me he operado? SÍ, puedes mejorar.

Si ya te has operado, lo más probable es que, incluso en el caso en que la
operación haya salido bien y no te haya dejado los ojos secos, irritados o con
destellos y aberraciones (muy común después de las operaciones), al cabo del
tiempo te hayan regresado de nuevo los mismos síntomas (sucede en el 58% de
los casos según investigaciones del Departamento de Oftalmología de la
Universidad de Helsinki) o que te hayan aparecido otros nuevos. El motivo es
sencillo: si no has aprendido a usar bien tus ojos, por mucho que te hayas
operado, vuelves a desarrollar síntomas al cabo del tiempo. Es como cambiar las
ruedas del coche pero seguir conduciendo mal, por ejemplo, rozando la rueda
con la acera: se vuelve a gastar por el mismo sitio.

Pero, ¿y si tengo lentes intraoculares? SÍ, puedes mejorar.

Si tienes lentes intraoculares porque te han operado de cataratas, ya no tienes
cristalino y el lente intraocular no está conectado con los músculos ciliares, PERO
sigues teniendo la córnea, la esclera, los músculos rectos y oblicuos, el iris, la
pupila, la retina, la coroides, el nervio óptico, el humor acuoso, el humor vítreo, tu
cerebro para interpretar las imágenes… las prácticas de Visión Natural mejoran el
estado, el funcionamiento y la interacción de los diferentes órganos y funciones
implicados en la experiencia de ver. Tu cerebro y tu organismo son inteligentes y
tienen la capacidad de adaptarse y aprender. Así que, conforme realices las
prácticas se irán produciendo los ajustes y las optimizaciones para que veas cada
vez mejor. No es necesario que te retires los lentes ni que te vuelvas a operar.

Pero, ¿y si tengo MUCHOS síntomas y casi no veo nada? SÍ, puedes mejorar.

Si tienes muchos síntomas diferentes y tus ojos están muy dañados por múltiples
traumatismos, enfermedades o/y operaciones, no solo puedes mejorar sino que es
tanto más URGENTE que aprendas Visión Natural para que tus ojos puedan dejar
de seguir deteriorándose, que frenes la degradación, la reduzcas y la vayas
revirtiendo para que puedas conservar la visión que tienes por mucho tiempo y
que además la vayas mejorando. Te aviso en este caso que es probable que te
requiera más tiempo de práctica, más dedicación y más paciencia y perseverancia
en el tiempo, pero tienes los ejemplos de Meir Schneider o Aldous Huxley, que
ambos estuvieron declarados ciegos legales y sin embargo lograron, con Visión
Natural, recuperar hasta un 75% de visión y ser capaces de funcionar sin lentes.
Mira en www.volveraverclaro.com/blog.

¿Y si tengo este síntoma específico? SÍ, puedes mejorar.

Personas con miodepsias (moscas volantes), ojo seco, ojo lloroso, ojo irritado,
conjuntivitis, chalazión (orzuelos), pterigion (carnosidades), fotofobia, fatiga visual,
astigmatismo, miopía, hipermetropía, presbicia, estrabismo, ambliopía, glaucoma,
cataratas, queratocono, degeneración macular, agujero macular, desprendimiento
de retina, desprendimiento de vítreo, problemas del nervio óptico, membrana
epirretiniana, retinosis pigmentaria, secuelas de ictus o accidentes vasculares
cerebrales, uveítis, diplopia, nistagmus, retinopatía diabética, ptosis y espasmo
palpebral, distrofia de Fuchs, daltonismo, blefaritis, neuritis óptica, enfermedad
de Stargardt, toxoplasmosis y otros síntomas han mejorado su visión de forma
natural.

Si ellos pudieron, ¡tú también puedes!